Lina es colombiana y Peter es canadiense. Aunque ambos viven en Toronto, el lugar elegido para el matrimonio fue Bogotá, Colombia. Esto significa que debían traer lo mejor de los dos mundos a la capital colombiana.
El secreto de Lina fue tener una buena wedding planner con la que se entendiera a la perfección y pudiera traducir todos sus deseos en acciones. Ella quería una wedding planner que se preocupara por el novio y la novia, que fuera organizada, correcta y que siempre tuviera disponibilidad, incluso si la boda se estaba planeando con muchos kilómetros de distancia. Por eso eligió a Juanita, su mano derecha para lo que sería uno de los días más especiales de su vida.