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Lina & Peter

Lina es colombiana y Peter es canadiense. Aunque ambos viven en Toronto, el lugar elegido para el matrimonio fue Bogotá, Colombia. Esto significa que debían traer lo mejor de los dos mundos a la capital colombiana.

El secreto de Lina fue tener una buena wedding planner con la que se entendiera a la perfección y pudiera traducir todos sus deseos en acciones. Ella quería una wedding planner que se preocupara por el novio y la novia, que fuera organizada, correcta y que siempre tuviera disponibilidad, incluso si la boda se estaba planeando con muchos kilómetros de distancia. Por eso eligió a Juanita, su mano derecha para lo que sería uno de los días más especiales de su vida.

- Toronto, la ciudad que nos unió -

Ninguno de los dos es de Toronto, Canadá, sin embargo, ambos estaban tomando la misma clase, en la misma ciudad, en el mismo horario nocturno. Y el destino los encontró ahí, cuando los dos tenían 20 años y el tema de matrimonio estaba muy lejos de ser una prioridad en su vidas. Duraron juntos 10 años y 3 de ellos viviendo bajo un mismo techo. Por eso, en un viaje a Miami, Peter decidió pedirle a Lina que pasara el resto de sus días con él.

- Buena Compañía -

El día de la ceremonia empezó con calma, con emoción y con buena compañía. Lina, su mamá y sus dos mejores amigas fueron a que Mauricio Leal las arreglara, él las recibió con una botella de champagne. De vuelta al hotel donde Lina y Peter se estaban arreglando, el vestido estaba esperando a la novia: un vestido pegado al cuerpo, sexy pero al mismo tiempo muy formal. Para Lina era importante que combinara a la perfección con las decoraciones.

Juanita, la wedding planner, le entregó el ramo de flores al papá de Lina para que se lo entregara personalmente mientras ella se arreglaba. Cuando entró su padre tuvieron un momento muy especial, cruzaron unas palabras que quedaron en el alma y deseos de buena suerte para el camino que se construiría desde ese día. Mientras tanto, Peter disfrutaba de algunos momentos con su hermano y sus amigos, aquellos que lo acompañaron en los momentos previos antes de la ceremonia.

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"La ceremonia fue un momento mágico en donde la pareja coincidió y se conectó con todos sus invitados. Después de meses de preparación, el tiempo que cada uno de los asistentes le regaló a los novios en esa pequeña ceremonia fue lo verdaderamente invaluable."

- Que sea inolvidable -

“A las personas se les olvidan muchas cosas de los matrimonios porque suelen tener cosas muy parecidas, yo quería que el nuestro fuera inolvidable”,

decía Lina al recordar la planeación que empezó después de la pedida de mano. Para Lina, era importante elegir prioridades para el día del matrimonio, elegir qué es lo que más quería resaltar y a que le quería meter más energía, “inviertan en lo que les guste más”, sugiera ella.

Así que, dentro de las prioridades de Lina las decoraciones y la comida se llevaron el primer lugar.  Eso sí, quería que terminara el día y pudiera decir: “todo fue absolutamente increíble”. Gracias a su buena química con Juanita, su wedding planner, así fue.

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Aunque Lina es colombiana, ya llevaba fuera del país casi 20 años, por eso quería que el matrimonio fuera una mezcla entre la cultura colombiana y la cultura canadiense. La ceremonia fue en el Museo Chicó, rodeados de flores, naturaleza y un ambiente colonial. La fiesta, en cambio, fue en el Club Metropolitan, que aunque queda en medio de las montañas de la cordillera oriental, es moderno y sofisticado, el lugar ideal para hacer una fiesta entre familia y amigos.

- Los Favoritos de la Noche -

Las decoraciones, la comida y la hora loca fueron los momentos preferidos de la pareja. David Vásquez estuvo a cargo de las flores y decoraciones, y le cumplió el sueño a Lina de hacerla sentir como una princesa. La comida tuvo inspiración colombiana, algunos buñuelos, postres típicos, el clásico ponqué de novia y a eso de las 2 de la mañana, unas empanadas y arepa e‘huevo para culminar la noche. Por su parte, la hora loca tuvo como inspiración un circo: las máscaras y colores fueron los protagonistas.

Para ese momento, los asistentes le decían a Lina que este era uno de los matrimonios más bonitos en los que habían estado en la vida. Era justo lo que ella quería, un día que quedara en la memoria de todos y un amor que se sintiera para siempre como nunca antes.

Meses después

De vuelta a Toronto, ellos pensaron que poco iba a cambiar después del matrimonio, ya que llevaban muchos años juntos. Sin embargo, ahora están más juntos que nunca, se entienden mejor que antes, celebran el amor con más empatía hacia el otro y más compromiso a futuro. Entendieron que la vida es más sabrosa –en Colombia, en Canadá o en cualquier parte del mundo– si se escoge bien con quien bailarla.

Event Planner:

JUANITA SUZUNAGA

Fotografía:

SHUTTER WEDDINGS

Decoración:

DAVID VÁSQUEZ DESIGN

Torta:

ELSY SALGADO

Chef:

VANESSA FIGUEROA

Locación:

METROPOLITAN CLUB

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